El 30 de octubre, en Italia, nuestros dos hermanos Alfredo
Cospito y Nicola Gai irán a juicio, acusados por los disparos a Roberto
Adinolfi, administrador delegado de la empresa Ansaldo Nucleare. El
ataque fue reivindicado por el Núcleo Olga FAI/FRI.
" Conozco a personas… personas calladas y parlanchinas
cobardes e impertinentes, humildes y arrogantes…
Personas que viven obedientemente como ovejas y otrxs,
que acechan furtivamente como hienas.
Conozco personas que sueñan sin fantasía
y viven sin soñar… personas cuyos ojos
están acostumbrados a mirar abajo y cuyos oídos,
a acatar órdenes “despierta”, “trabaja”
“paga”, “compra”, “cree”, “compórtate”…
Personas de la muchedumbre solitaria, que esperan pacientemente
en la fila de la vida… que esperan el eterno mañana,
los días mejores, el futuro optimista, la respuesta a sus plegarias…
Están esperando creer en cualquier candidato a salvador
y en cualquier estafador del pensamiento que les prometa una mejor vida.
Pero lxs que esperan vivir un mañana mejor,
hoy ya están muertxs.
Conozco personas, pero pocas son mis compañeras.
Muerte Lenta o Insurrección aquí y Ahora…
Estos son los dos caminos que se abren ante nosotrxs.
Elegimos ese en el que lxs fuertes se atreven. El aire está más limpio
y la muchedumbre que se inclina ante sus falsos ídolos
no estropea nuestra estética.
Es agradable mirar desde la Cima del Único
incluso si la muchedumbre desea en secreto que caigas en el abismo
para no avergonzarse de su baja estatura.
Nuestras palabras esculpen como un cuchillo el hoy
y nuestras acciones queman los puentes con el ayer…
Con tenacidad y voluntad, hasta que asesinemos a la autoridad."
Por Nicola y Alfredo.
Por lxs Anarquistas de Praxis.
Lxs miembrxs de la Conspiración de Células del Fuego:
Giorgos Nikolopoulos, Michalis Nikolopoulos, Christos Tsakalos,
Gerasimos Tsakalos, Olga Ekonomidou, Damiano Bolano, Panagiotis Argirou,
Giorgos Polidoros, Theofilos Mavropoulos, Haris Hatzimichelakis
El miembro de la FAI/FRI Andreas Tsavdaridis y el anarconihilista Spyros Mandylas.
EXTRAIDO DE CONTR INFO
Los hechos
Desde hace varios años se sucedieron diferentes momentos en los que
anarquistas y antiautoritarios fueron presionados en el territorio
belga; los allanamientos que tuvieron lugar en septiembre de 2013 en
tres domicilios en Bruselas, Gante y Lovaina fueron el último episodio. A
fines de mayo, otras tres viviendas y la biblioteca anarquista ‘Acrata’
ya fueron registradas. Estas iniciativas de la jueza de instrucción
Isabelle Panou se realizaron en el marco de una investigación sobre
"organización terrorista, conspiración e incendio voluntario". Esta
investigación fue abierta en el 2008, pero las fuerzas represivas no se
limitaron a esos allanamientos. Más de una vez intentaron reclutar
soplones para espiar actividades de anarquistas y antiautoritarios. Han
recurrido a "los métodos excepcionales de investigación ", por ejemplo,
colocando cámaras ocultas en el apartamento de dos anarquistas de
Bruselas. También llevaron a cabo seguimientos, escribieron informes
sobre la "amenaza anarquista", organizan acosos administrativos para
complicarles la vida cotidiana a los compañeros, pasan información sobre
individuos a servicios policiales de otros países, envian
notificaciones para interrogatorios, publican calumnias en la prensa y
así sucesivamente. Varios compañeros también han conocido estancias de
varias semanas detrás de la rejas. En síntesis, si colocamos todos estos
hechos en un contexto más amplio, es fácil comprender que la represión
intenta por distintas vías frenar y paralizar los pensamientos y
acciones que buscan destruir este mundo de autoridad.
Sin embargo, esto no nos lleva a hablar de un duro clima muy
represivo, como se puede ver en otros países. Seamos claros: ese
definitivamente no es el caso. Además, no hay nada sorprendente o
especial en el hecho de que las fuerzas de seguridad tienen malas
intenciones hacia los enemigos de la autoridad.
La investigación aparentemente trata sobre la lucha, agitación e
iniciativas de mayor o menor intensidad: la lucha contra las cárceles y
la solidaridad con las revueltas dentro de ellas, la lucha contra la
construcción de un nuevo centro de detención para inmigrantes en
Steenokkerzeel y en contra de la máquina de deportación, iniciativas y
ataques contra las venas de la ciudad-prisión (la construcción de la Red
Express Regional, alrededor de Bruselas y el transporte público en
general), la agitación contra los agentes justiciales, contra la OTAN y
su presencia en Bruselas, contra las instituciones europeas y los
eurócratas, o incluso la lucha contra la construcción de una
macroprisión en Bruselas...
¿Dónde estamos nosotros?
Podemos rompernos la cabeza analizando las maniobras represivas del
Estado, pero más nos interesa seguir centrándonos en lo que pensamos, lo
que queremos y lo que pensamos hacer para criticar este mundo de
mercancía y poder, para fomentar el cuestionamiento y el rechazo, para
difundir la revuelta contra todo lo que nos oprime. En los últimos años
luchas han visto la luz, a pesar de que a menudo se llevaron a cabo en
circunstancias no necesariamente muy favorables, y que fueron rodeadas
de una resignación generalizada. Ideas corrosivas fueron difundidas,
discutidas y compartidas. Los trayectos de lucha y rebelión están
salpicadas con cientos de acciones, ataques y sabotajes – de toda clase,
pero siempre hostil al poder. Complicidades fueron forjadas,
solidaridad fue expresada, afinidades fueron profundizadas y en
ocasiones vimos quiebres en el hormigón de la opresión y subyugación.
No hace falta mencionar que la profundización y el afinamiento de las
ideas anarquistas en estas regiones no escapó a la atención de perros
guardianes. Las críticas a la fijación cuantitativa y el fetichismo de
la organización formal, el rechazo de toda mediación y representación
política han contribuido a la aparición de espacios autónomos,
informales y de afinidad, donde las ideas intentan ir mano a mano con la
práctica y la ofensiva. Así cada unx de lxs compas empezó a abrir su
camino para entrar en combate contra la autoridad, luchando contra la
lógica politiquera, negándose a dejarse paralizar por la espera, y
armando su cerebro y sus manos para destruir lo que es simplemente
inaceptable. Es el amor pasional e individual entre la idea y la
voluntad, entre el deseo y la crítica que les incentiva a actuar y dar
contra a las estructuras y los agentes de la dominación en el momento y
de la forma que les parece correcto y adecuado, mientras proponen el
sabotaje y el ataque como medios que están al alcance de todos los que
quieren luchar por la libertad.
Estxs compas han encontrado a veces a otros rebeldes en la calle o
durante revueltas compartidas; otros insumisos que luchan a su manera
contra lo que los oprime. Si algo teme el poder, es sin duda la
posibilidad de un contagio cada vez más amplio de ideas y prácticas, el
reconocimiento mutuo entre rebeldes e insurgentes, el encuentro entre
diferentes rebeliones (en las cárceles, en los barrios, en los campos de
trabajo, en los centros cerrados, en los campos educativos, en los
campos de recreación, ...) que todavía interrumpen de vez en cuando la
pesadilla de una vida desgastada en el trabajo, el consumo, someterse y
dormir.
¿Donde están ellos?
Sería absurdo no poner en un contexto más amplio la presión sobre los
anarquistas y antiautoritarios, sus ideas y agitación. Si nos fijamos
en el ejemplo de Bruselas, capital de la Unión Europea e intersección de
las relaciones internacionales, se puede ver claramente cómo el Estado y
el capital se comprometen a intensificar sus esfuerzos para perpetuar
las relaciones sociales de explotación y opresión, adaptando el ambiente
a las necesidades de la economía y el poder, transformando la ciudad en
una cárcel al aire libre para controlar las revueltas y el disgusto de
una vida miserable. Los proyectos de construcción de la prisión más
grande de Bélgica en la región de Bruselas o del cuartel general de la
OTAN, la ampliación del uso de cámaras de vigilancia y de la red
represiva (nuevas comisarías, más uniformes de todo tipo en la calle, la
militarización del transporte público, operaciones policiales
espectaculares en los barrios pobres) van de la mano con una política
pensada y planificada de contención o gentrificación de los barrios
populares, de la reurbanización de la ciudad por grandes proyectos
inmobiliarios y centros comerciales, la ampliación de la zona europea y
los servicios para los eurócratas, los diplomáticos y los capitalistas,
la construcción de nuevas ejes de transporte, como el RER, para
facilitar la circulación de mercancías y mercancías humanas. No sería
exagerado hablar de una intensificación de la guerra que el poder lleva a
cabo desde siempre contra las capas inferiores de la población.
A pesar de su arrogancia el poder se da cuenta de sobra que también
hay riesgos en términos de tensiones y revueltas o incluso de
explosiones incontrolables como hemos visto en los últimos años en otros
países. A pesar de la propaganda estatal y de la adicción al comercio, a
pesar de la intoxicación tecnológica y el aumento del adormecimiento,
el fantasma de la insurrección no es simplemente una cosa vieja del
pasado.
Tímidamente, el fantasma reaparece en las mentes y los corazones de
los que están hartos de someterse. Es por esto que el Estado, tanto aquí
como en otras partes, dirige su atención represiva a aquellos que
hablan de insurrección y que persisten en pensar en primera persona y
actúan para socavar el edificio podrido de la sociedad autoritaria.
Claramente es por qué el Estado intenta silenciar a los que hablan de
revuelta y libertad, de solidaridad y revolución. Es por eso que el
Estado podría considerar útil poner a algunos insurgentes tras las
rejas; por un lado para contener su capacidad de causar daños con
palabra y la acción, y por otro lado para asustar a todos los demás.
Jamás inocentes
En estos momentos de presión represiva nuestros pensamientos se
dirigen inmediatamente a los muchos compañeros que se encuentran tras
rejas en otras partes del mundo, a los rebeldes que fueron asesinados
por el poder, a los que luchan diariamente contra el monstruo estatal y
capitalista, los objetores de las reglas de esta sociedad podrida que
mantienen alta la cabeza, tanto en los calabozos de las mazmorras y en
los pasillos de la cárcel-ciudad. Esto nos ayuda a comprender que nunca
habrá comprensión o tregua entre los que luchan en contra de la
reducción de nuestras vidas a la de esclavos de la mercancía, la
autoridad, el trabajo, los campos de castigo y aquellos en el poder y
sus defensores. En este sentido, jamás podemos ser inocentes .
La amenaza de la cárcel puede ser combatida, pero también se trata de
rechazar obstinadamente las invitaciones del poder, igual o incluso más
decididamente cuando nuestras luchas y pensamientos atraen la atención
nefasta de los defensores del orden. Para nosotros luchar en contra de
la represión forma parte de nuestras revueltas y luchas, y sabemos que
el compromiso o aceptación (aunque sea temporal o por las
circunstancias) de las mediaciones o de los pragmatismos políticos
neutralizaría la carga subversiva de nuestras ideas y prácticas. No se
trata de una actitud de sacrificio o de martirio, sino de la búsqueda de
una coherencia entre el pensar y el hacer del cual nadie será capaz de
disuadirnos.
Como decían en un texto compañeros uruguayos que últimamente también
tienen que lidiar con la represión: donde miran, los defensores del
orden siempre se buscan a sí mismos .. Donde hay tensión subversiva,
afinidad, solidaridad e individualidad, ellos buscan organizaciones
estructuradas, jerarquía, jefes y estrategias políticas. Donde hay
sabotaje y rechazo, violencia revolucionaria y rebeldes furiosos,
auto-organización e iniciativa individual, ellos hablan de una amenaza
terrorista que debe ser frenada y de asociación delictiva. Cuando en
realidad son ellos los que aterrorizan a los explotados y oprimidos, son
ellos los que día a día amenazan a la gente para que se queden en las
filas, son ellos los que tantas vidas sacrifican en el altar de la
ganancia y del poder. En realidad, no son capaces de entender las ideas
anti-autoritarias, porque para entender los pensamientos y los deseos de
alguien tuviste que haberlos tocado, sentido o imaginado por lo menos
alguna vez. Ya que su único horizonte es el poder, la ley y la
autoridad, siempre serán ciegos en las regiones de la anarquía y la
subversión. Frente a la negativa de los compañeros de colaborar de la
manera que sea con la contribución a su represión, frente a la actitud
de desprecio hacia los que defienden el orden establecido, los perros
guardianes quedarán muy solos en su universo represivo. Seguro esto no
los detendrá para dar golpes, pero tendrán que gatear ciegamente en
áreas hostiles donde nadie quiere comunicarse con ellos, mientras que el
diálogo siempre será abierto con los rebeldes y los posibles cómplices
en la lucha contra toda autoridad.
No abandonamos nada
La represión también puede implicar el desaliento y el miedo, pero
preferimos tender hacia la confirmación de nuestras ideas y prácticas.
Estamos aquí y no abandonaremos nada. Mientras mantenemos silencio
contra el poder, queremos, sin embargo, dirigir algunas palabras de
apoyo y de solidaridad a todxs lxs compas y rebeldes. Permanescamos en
el camino del conflicto, reafirmemos nuestra elección para la revuelta y
el ataque, sigamos quitando la máscara del fantasma de la paz social.
El poder quiere convertir todo en un cementerio social, nosotros
seguiremos ardiendo en la oscuridad de las relaciones alienadas y
autoritarias, nos seguiremos emborrachando en la interrupción de la
monotonía que el poder quiere imponer, en este mundo muerto seguiremos
distribuyendo el virus de la revuelta y la voluntad de vivir.
Entre
el colapso frente al poder o perecer en el canibalismo social y la lucha
sin restricción por lo que hace arder nuestros corazones, no hay duda
acerca de los caminos que vamos a seguir subiendo.
EXTRAIDO DE ALASBARRICADAS